Zoofarmacognosis
Si nos centramos en su definición, farmacognosia es una ciencia que se interesa por las sustancias, las plantas y otra materias primas de origen animal o vegetal susceptibles de ser utilizadas con un objetivo terapéutico.
En la naturaleza conocemos usos que los animales hacen de ella de manera muy inteligente.
Ejemplos de ello son:
- Los chimpancés, para controlar los parásitos intestinales, ingieren las hojas amargas de Vernonia amygdalina.
- Las hembras del mono marroquí controlan su fertilidad con plantas.
- El estornino, picotea zanahorias salvajes para curarse enfermedades de la piel.
- El oso de Kodiak, que habita Alaska, mastica hierba de oso, para fabricarse una crema antiparasitaria que se extiende por el cuerpo.
- Las embarazadas del elefante africano ingieren el arbusto Cordia goetzei para provocarse las contracciones uterinas.
- El erizo, acosado por pulgas, garrapatas y otros parásitos, mastica una mezcla de hierbaluisa y menta hasta transformarla en un mejunje que usa a modo de loción.
- Algunas lagartijas, para responder a la mordedura de una serpiente venenosa, consumen ciertas raíces para contrarrestar el veneno.
- Guacamayas rojas y verdes, junto con muchos animales, comen arcilla para ayudar a la digestión y matar a las bacterias.
Todos los animales, sin excepción, tienen esta capacidad pero solo los que viven en la naturaleza tienen la posibilidad de beneficiarse de ella automedicandose para combatir diferentes enfermedades o heridas y utilizando plantas, algas, arcilla y otros remedios naturales.
Los animales que comparten la vida con nosotros no tienen acceso a estos recursos y es importante ofrecerles esta posibilidad para permitir que tengan un cierto control sobre su salud. Aunque los perros hayan estado domesticados, conservan muchos de sus instintos naturales, y éste es uno de ellos.
La Zoofarma se utiliza tanto para problemas físicos, como complemento al tratamiento veterinario, como para problemas de comportamiento. Es muy útil en enfermedades crónicas.
En que consisten las sesiones?
El animal puede escoger inhalar los aceites directamente, olfatear, ingerir o por aplicación tópica.
Se presentan al animal los aceites esenciales, aceites macerados, hierbas secas y minerales que se creen convenientes para el, y éste selecciona los que realmente necesita.
En ningún caso se tiene que aplicar un aceite a la piel o pelo de un animal sin haber estado seleccionado previamente por éste.
Con esta técnica conseguimos grandes avances en la mejora de nuestros perros tanto físicas como psíquicas y a lo largo de las sesiones el animal dejará de utilizar unos recursos, a medida que las necesidades se van cubriendo, para escoger otros que aun le hacen falta. Nosotros guiaremos el proceso ofreciéndole lo mas adecuado en cada momento.