Primera Sesión:
La primera sesión es de conocimiento y sin embargo casi la más importante de todas. Haremos muchas preguntas, sobre el perro y sobre el día el día de la convivencia con sus humanos, teniendo en cuenta todas las particularidades que le rodean.
Seguramente pondremos la cabeza como un bombo a todos los asistentes, pero siempre con la intención de transmitir la mayor información posible en el menor tiempo y comenzar a trabajar ciertas pautas en casa desde el minuto cero.
Exigiremos responsabilidad y constancia, necesarias para que el problema mejore, y por su puesto trabajaremos personalmente con el perro cada día.
En Resumen:
Entrevista con la duración necesaria para conocer al perro y sus propietarios.
El profesional tiene que darte explicaciones claras de la metodología de trabajo a seguir utilizando un lenguaje claro y sin emplear palabras muy científicas.
Cuestionario con preguntas muy minuciosas que ayudarán a conocer mejor al perro; se evaluarán unas pautas básicas de convivencia y socialización para la mejor evolución del trabajo con el perro.
Segunda Sesión:
Comenzaremos a trabajar con el perro construyendo las herramientas necesarias para la resolución del problema.
Es importante saber que debemos ir paso a paso, no pretendamos correr demasiado. OJO CON LOS CURSOS INTENSIVOS. Si nos anticipamos podemos retrasar la resolución y si damos al perro el tiempo que necesita, por el contrario, conseguiremos que la solución sea definitiva, sin estrés y más afianzada.
Trabajaremos desde la motivación y el aprendizaje del perro. Los perros no están acostumbrados a “aprender”… pero si les enseñamos a aprender y a tomar decisiones el resultado será mucho más óptimo.
En Resumen:
No hay soluciones milagrosas sino un buen conocimiento del perro y un buen profesional, esto es la vida real.